Todos los autónomos y empresarios se han tenido que enfrentar alguna vez a un cliente moroso. Por esta razón, es crucial saber cómo hacer que un cliente pague. Lo mejor que podemos hacer es prevenir: no es fácil librarse de un moroso, pero podemos evitarlos poniendo en práctica algunas estrategias y hábitos de facturación que te daremos a continuación.
Cómo evitar un cliente moroso
La actitud más estratégica que una empresa debe adoptar ante situaciones de morosidad es mediante la prevención. A continuación te damos buenas prácticas si quieres evitar clientes morosos a toda costa.
Fijar nosotros las condiciones
Es muy importante que en todas las facturas esté especificado:
- Las condiciones de pago
- El método
- El período para hacerlo
Tan importante es poner el número de cuenta donde se tiene que ingresar el dinero, como el período de tiempo del que el cliente dispone para pagar la factura. Si no está especificado, no se podrá reclamar nada. Debemos establecer la política de cobros que mejor se ajuste a nuestro negocio, en función del mercado, la competencia y nuestro estado financiero.
Controlar los pagos
Llevar un control exhaustivo sobre las facturas que emitimos a nuestros clientes, tanto las pendientes de pago como las ya abonadas, es la piedra angular de nuestro negocio.
Digitalizar el proceso de facturación
Hoy en día, el uso de programas de facturación online es un gran aliado a la hora de gestionar todo el proceso de facturación, ayudando a cobrar antes las facturas, minimizar las posibilidades de impago y rastrear el pago de forma automatizada. Estos programas también permiten saber cuándo ha abierto el cliente el email que contiene la factura y el momento exacto en el que se la ha descargado.
Si aún así vemos que pasan los días y no lo ha recibido, podemos volver a enviárselo o llamarle por teléfono. Para ello, es muy importante monitorear los impagos de forma automatizada, creando alertas en el calendario con el vencimiento de los pagos para recordárselo al cliente por email o mensaje de texto.
En el caso de que la prevención de impagos no funcione, a continuación te damos algunos consejos.
Cómo hacer que un cliente moroso pague
Ante todo, hay que tener una visión estratégica y conocer a nuestro cliente para saber cual es la técnica más adecuada que debemos emplear para gestionar los problemas de pago.
Negociar la deuda
Cuando, a pesar de los esfuerzos previos, una factura no se abona en la fecha acordada, lo primero que debemos hacer es ponernos en contacto con el cliente. Quizás este no ha actuado con mala fe y simplemente ha sido un error. En ocasiones, la razón del retraso puede ser tan simple como que el email ha ido a parar a la bandeja de spam, que la dirección no era la correcta o que simplemente no lo ha visto. Cuando le llamemos y le recordemos el cobro de la factura, seguramente, se solucione el problema rápidamente.
Sin embargo, en esa llamada también puede ocurrir que el cliente nos comunique que no puede hacer frente al pago de la factura por falta de liquidez. En ese caso, podéis acordar diferentes soluciones:
Retrasar el pago de la factura
Si el cliente cree que en unos meses su situación habrá mejorado porque está pendiente de cobrar diferentes trabajos, podemos aplazar el cobro hasta esa fecha.
Fraccionar el pago
Otra opción interesante, sobre todo si la suma de la deuda es elevada, es dividir el pago para que sea abonado en diferentes momentos.
Hacer un intercambio de servicios
Dependiendo de a qué se dedique el cliente, quizás podamos llegar a un acuerdo y que pague el importe de la factura en especias. Por ejemplo, si tiene una empresa que arregla ordenadores, quizás pueda ceder uno para solventar la deuda.
Dialogando, seguramente podamos llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. De este modo, quedará resuelta la deuda sin haber recurrido a trámites legales.
Puede ocurrir, también, que el cliente no pague voluntariamente. En tal caso, lo que habría que hacer con esos clientes morosos debería ser enviarles, al menos, una carta formal y un burofax expresando el requerimiento de la cantidad a deber. El siguiente paso será recurrir a la vía legal y activar lo que se conoce como Proceso Monitorio.
Reclamar la deuda por la vía judicial
El Procedimiento Monitorio es un procedimiento judicial creado por la Ley de Enjuiciamiento Civil para la reclamación de deudas. Recopilando toda la información necesaria (facturas, contratos…), deberemos presentar ante el Juzgado una petición de pago al acreedor. Esta es una herramienta rápida y eficaz para lograr el cobro de la deuda y que el cliente moroso pague finalmente.
Aunque no es necesaria la intervención de un abogado o un procurador si la cuantía a reclamar es inferior a 2.000 euros, siempre es recomendable que cuentes con el apoyo y asesoramiento de un profesional, si llegamos a estos términos. Lógicamente, antes de alcanzar este punto, siempre es recomendable agotar todas las vías previas.
Debemos consultar con expertos las opciones disponibles antes de tomar una decisión y, principalmente, tratar de llegar a un acuerdo con el cliente.
Recurrir a empresas especializadas en el cobro de deudas
En ocasiones, no queda más remedio que ponerse en manos de una empresa especializada en el cobro de deudas para que sea la encargada de recuperar las cantidades adeudadas. Llegados a este punto, desde PayPymes podemos ayudarte, poniendo nuestros conocimientos a tu disposición para reclamar todos los importes impagados.